Contenido
- 1 ¿Te pueden despedir después de un ERTE?
- 2 ¿Qué es un ERTE?
- 3 Protección del empleo durante un ERTE
- 4 ¿Pueden despedirte después de un ERTE?
- 5 Despido improcedente después de un ERTE
- 6 Reclamaciones por despido después de un ERTE
- 7 ¿Cómo proceder en caso de despido después de un ERTE?
- 8 Conclusión
- 9 Bibliografía:
¿Te pueden despedir después de un ERTE?
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ha sido una de las medidas más utilizadas por las empresas para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, pese a que el ERTE ha permitido a muchas empresas mantener a sus trabajadores en sus plantillas, son muchas las dudas que han surgido en torno a la posibilidad de ser despedido después de un ERTE.
¿Qué es un ERTE?
Un ERTE es una medida que permite a las empresas suspender los contratos de trabajo o reducir la jornada de sus trabajadores de forma temporal. Esto se realiza con el objetivo de hacer frente a situaciones de crisis económica, como la que estamos viviendo actualmente debido a la pandemia del COVID-19.
Durante el periodo de suspensión o reducción de jornada, los trabajadores afectados por el ERTE pueden acceder a prestaciones por desempleo, lo que les permite mantener unos ingresos mínimos mientras dure la situación de crisis.
Protección del empleo durante un ERTE
Una de las principales dudas que surgen en torno a los ERTE es si los trabajadores tienen garantizada su protección en el empleo una vez finalice la situación de crisis que motivó la aplicación del ERTE.
La normativa laboral establece que, durante la vigencia de un ERTE, la empresa no podrá realizar despidos individuales basados en las causas que motivaron la aplicación del expediente temporal. Es decir, si una empresa aplica un ERTE debido a una reducción de la actividad económica, no podrá despedir a ningún trabajador alegando causas económicas, técnicas, organizativas o de producción mientras dure el ERTE.
¿Pueden despedirte después de un ERTE?
Una vez finalizado el periodo de suspensión o reducción de jornada del ERTE, la empresa está obligada a mantener en el empleo a los trabajadores afectados durante un periodo de tiempo concreto. Este periodo de salvaguarda del empleo varía en función de la duración del ERTE y de las condiciones pactadas en el acuerdo que se haya firmado entre la empresa y los representantes de los trabajadores.
En general, la normativa establece que, en caso de que la empresa incumpla la obligación de mantener el empleo durante el periodo de salvaguarda, deberá abonar a los trabajadores una indemnización equivalente a 20 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año, con un máximo de 12 mensualidades.
Por lo tanto, si una empresa despide a un trabajador una vez finalizado el periodo de salvaguarda del empleo, el trabajador tendrá derecho a reclamar una indemnización por despido improcedente.
Despido improcedente después de un ERTE
En caso de que un trabajador sea despedido después de un ERTE y la empresa no cumpla con la obligación de mantener el empleo durante el periodo de salvaguarda, el trabajador podrá impugnar el despido y reclamar una indemnización por despido improcedente.
El despido se considerará improcedente cuando se demuestre que la empresa no justifica de forma adecuada las causas que alega para el despido, o cuando no cumple con los requisitos formales establecidos en la normativa laboral.
En estos casos, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización por despido improcedente, que será equivalente a 45 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año, con un máximo de 42 mensualidades.
Es importante tener en cuenta que, en caso de que el trabajador decida impugnar el despido y reclamar una indemnización por despido improcedente, deberá actuar en un plazo concreto tras la notificación del despido, que suele ser de 20 días hábiles.
Reclamaciones por despido después de un ERTE
En caso de que un trabajador sea despedido después de un ERTE y considere que el despido es improcedente, podrá presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o, en su caso, interponer una demanda ante los juzgados de lo social.
Durante el proceso de conciliación o juicio, la empresa deberá justificar adecuadamente las causas que alega para el despido, aportando las pruebas necesarias para demostrar que el despido es procedente. En caso de no cumplir con esta obligación, el despido se considerará improcedente y el trabajador tendrá derecho a reclamar una indemnización por despido improcedente.
¿Cómo proceder en caso de despido después de un ERTE?
Si un trabajador es despedido después de un ERTE, lo primero que debe hacer es recopilar toda la documentación relacionada con su despido, como la carta de despido, el acuerdo de suspensión o reducción de jornada del ERTE, y cualquier otra comunicación o notificación de la empresa.
A continuación, deberá buscar asesoramiento legal para evaluar si el despido es improcedente y la viabilidad de presentar una impugnación y reclamación de indemnización.
En caso de que se decida impugnar el despido, se deberá presentar la correspondiente papeleta de conciliación ante el SMAC o la demanda ante los juzgados de lo social en el plazo establecido por la normativa laboral.
Es importante contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho laboral para llevar a cabo estos trámites, ya que se trata de un proceso legal complejo que requiere de conocimientos especializados.
Conclusión
En conclusión, una empresa puede despedir a un trabajador después de un ERTE, pero deberá cumplir con una serie de obligaciones y requisitos formales establecidos en la normativa laboral. En caso de que el despido no cumpla con estas condiciones, el trabajador tendrá derecho a reclamar una indemnización por despido improcedente.
Por tanto, es fundamental estar informado sobre los derechos laborales en caso de despido después de un ERTE y buscar el asesoramiento legal adecuado para velar por los intereses del trabajador. En este sentido, contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho laboral es crucial para garantizar una defensa efectiva en caso de despido injustificado.
Bibliografía:
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