Introducción
El estado de alarma decretado a causa de la pandemia del COVID-19 ha afectado gravemente a la economía, provocando la paralización de numerosos sectores productivos y obligando a muchas empresas a recurrir a medidas extraordinarias para mantener su actividad. Una de estas medidas es el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de fuerza mayor, que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a circunstancias imprevistas y graves, como es el caso de la crisis sanitaria actual.
Sin embargo, la contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor es posible en determinadas circunstancias y bajo ciertas condiciones. En este artículo, exploraremos la posibilidad de contratar trabajadores durante un ERTE de fuerza mayor, analizando tanto la normativa vigente como las implicaciones que esta medida conlleva para las empresas y los trabajadores.
¿En qué casos se puede contratar durante un ERTE de fuerza mayor?
Según la normativa laboral española, durante un ERTE de fuerza mayor, las empresas pueden contratar nuevo personal en dos situaciones específicas:
1. Necesidades de la actividad empresarial: Si la empresa que ha aplicado un ERTE de fuerza mayor se ve en la necesidad de cubrir determinados puestos de trabajo para seguir operando, puede contratar trabajadores para desempeñar esas funciones específicas. Este supuesto se justifica en la preservación de la actividad empresarial y la continuidad de su funcionamiento, siempre y cuando se respeten las condiciones y los derechos laborales establecidos.
2. Aumento de la actividad por la crisis sanitaria: En algunas industrias y sectores, la pandemia del COVID-19 ha generado un aumento exponencial de la demanda de ciertos bienes y servicios, como es el caso de la sanidad, la logística, la distribución, el comercio electrónico, entre otros. En este contexto, las empresas afectadas por un ERTE de fuerza mayor pueden contratar personal para hacer frente a esta demanda extraordinaria, siempre que se acredite la necesidad y se respeten las normativas laborales vigentes.
Condiciones para la contratación durante un ERTE de fuerza mayor
La contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor debe estar sujeta a ciertas condiciones y requisitos, de acuerdo con la normativa laboral vigente. Algunos de los aspectos a considerar son los siguientes:
1. Comunicación a la autoridad laboral: Antes de proceder a la contratación de nuevos empleados durante un ERTE de fuerza mayor, la empresa está obligada a comunicar a la autoridad laboral la necesidad de contratar personal, justificando las causas y motivos que la llevan a tomar esta decisión. Esta comunicación debe realizarse de forma previa a la contratación y contar con la autorización correspondiente.
2. Respetar la preferencia de los trabajadores afectados por el ERTE: Si la empresa decide contratar personal durante un ERTE de fuerza mayor, debe tener en cuenta que los empleados que se encuentran suspendidos en sus contratos de trabajo tienen derecho a ser llamados en primer lugar para ocupar esos puestos de trabajo, de acuerdo con el principio de prioridad de reingreso.
3. Cumplimiento de las condiciones laborales: Los nuevos trabajadores contratados durante un ERTE de fuerza mayor deben recibir las mismas condiciones laborales que el resto de empleados de la empresa, incluyendo salario, jornada laboral, vacaciones, seguridad social, y demás derechos y obligaciones establecidos en el Estatuto de los Trabajadores y los convenios colectivos aplicables.
4. Vigencia del ERTE de fuerza mayor: La contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor está condicionada a la vigencia de la situación de fuerza mayor que motivó la suspensión de los contratos de trabajo. Si la empresa supera esa situación y vuelve a la normalidad, deberá restablecer las condiciones laborales previas y garantizar el retorno de los trabajadores afectados por el ERTE.
Implicaciones para las empresas y los trabajadores
La contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor conlleva implicaciones tanto para las empresas como para los trabajadores. A continuación, analizaremos las repercusiones que esta medida puede tener en ambas partes:
1. Para las empresas: Contratar personal durante un ERTE de fuerza mayor puede ser una medida necesaria para garantizar la continuidad de la actividad empresarial y satisfacer las demandas del mercado. No obstante, las empresas deben valorar cuidadosamente esta decisión y evaluar si es realmente imprescindible contratar nuevos empleados, considerando también la posibilidad de reubicar al personal afectado por el ERTE en otros puestos de trabajo dentro de la organización.
Además, la contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor implica un esfuerzo adicional en términos de gestión de recursos humanos, ya que las empresas deben garantizar el cumplimiento de las condiciones laborales y administrativas para el nuevo personal, así como mantener una comunicación clara y transparente con los trabajadores afectados.
2. Para los trabajadores: Los empleados que se encuentran suspendidos en sus contratos de trabajo debido a un ERTE de fuerza mayor pueden verse afectados por la contratación de nuevo personal en la empresa. En este sentido, es fundamental que los trabajadores estén debidamente informados sobre las causas y motivos de la contratación, así como sobre sus derechos y posibilidades de reincorporación una vez se restablezca la normalidad en la empresa.
Asimismo, la contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor puede generar incertidumbre y preocupación entre los trabajadores, especialmente en lo que respecta a la estabilidad laboral y las posibles repercusiones en sus condiciones de trabajo una vez finalice la situación de fuerza mayor. Por tanto, es esencial que las empresas mantengan una comunicación fluida y empática con su plantilla, ofreciendo información actualizada y respaldando la confianza y la cohesión del equipo.
Conclusiones
La contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor es una posibilidad contemplada en la normativa laboral española, siempre y cuando se justifique por necesidades empresariales o por el aumento extraordinario de la actividad debido a la crisis sanitaria. Sin embargo, esta medida debe ser tomada con responsabilidad y considerando tanto las implicaciones legales como las repercusiones para las empresas y los trabajadores.
En última instancia, la contratación de personal durante un ERTE de fuerza mayor debe servir para preservar la actividad empresarial y proteger los puestos de trabajo, garantizando a su vez el respeto a los derechos laborales y las condiciones de trabajo establecidas. Por tanto, es fundamental que las empresas actúen de forma ética y solidaria, manteniendo siempre el diálogo y la colaboración con su plantilla en un contexto tan complejo como el actual.
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